Las principales acciones de archivo digital tienen que ver con la preservaci¨®n de bits, es decir, con un conjunto de acciones que mantengan la integridad de los datos digitales (?corrientes de bits?) que gestiona la instituci¨®n responsable.

M¨¢s all¨¢ de la preservaci¨®n de bits habr¨¢ que actuar, en ¨²ltima instancia, cuando el formato del contenido quede obsoleto. La acci¨®n m¨¢s com¨²n consistir¨¢ en migrar de formato, aunque (como se se?ala en los comentarios de la secci¨®n 10) puede haber contextos en los que se requiera la emulaci¨®n del sistema. Mientras que las decisiones sobre la preservaci¨®n de bits pueden confiarse a los especialistas en tecnolog¨ªa de la informaci¨®n y las aplicaciones y los equipos inform¨¢ticos apropiados, las acciones m¨¢s all¨¢ de la preservaci¨®n de bits deber¨¢n contar con la participaci¨®n de profesionales del ¨¢mbito de la conservaci¨®n. Lo que est¨¢ en juego requiere tener en cuenta las propiedades significativas del contenido y las caracter¨ªsticas de la comunidad de investigadores a la que se presta servicio, as¨ª como una evaluaci¨®n de la obsolescencia de los formatos y las opciones de nuevos formatos de destino. La gesti¨®n de datos debe observar los siguientes principios b¨¢sicos:

• Por regla general los ficheros llegan a nuestro sistema de almacenamiento mediante un copiado. Este proceso debe generar duplicados que puedan verificarse como id¨¦nticos a los originales. La comprobaci¨®n de la integridad de los datos se hace mediante la creaci¨®n previa de una suma de verificaci¨®n, tambi¨¦n conocida como hash o digest. El proceso de verificaci¨®n debe tener lugar justo despu¨¦s de la creaci¨®n de la copia, y a poder ser como procedimiento automatizado.
• La integridad en el tiempo de los datos del contenido digital debe verificarse peri¨®dicamente para garantizar que se puedan leer exactamente como se escribieron, sin errores ni alteraciones.
• Sin embargo, dependiendo del formato de fichero original, puede ser preferible transcodificar a un nuevo formato de destino en lugar de copiar el fichero original sin m¨¢s (v¨¦anse las secciones 10 y 11). Este proceso se conoce como migraci¨®n de formato.
• El contenido digital, ya sea basado en un fichero o en un soporte f¨ªsico, debe copiarse a un nuevo soporte f¨ªsico antes de que se produzcan errores no corregibles. Cuando los formatos original y de destino son los mismos, este proceso se conoce como migraci¨®n de refresco o de medios.
• Es esencial conservar al menos dos copias de preservaci¨®n digital, y si pueden ser m¨¢s, mejor, y utilizar otras copias para el acceso, seg¨²n convenga. Las copias de preservaci¨®n deben guardarse en distintos lugares geogr¨¢ficos siempre que sea posible. El uso de diferentes tecnolog¨ªas de almacenamiento para cada conjunto de copias de preservaci¨®n puede aportar una seguridad adicional. Al elegir las tecnolog¨ªas que se van a utilizar hay que tener presente que una estrategia ser¨¢ tan robusta como su eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil.
• Deben hacerse copias de acceso siempre que sea posible. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los ficheros maestros, esas copias de acceso o de distribuci¨®n pueden modificarse subjetivamente, seg¨²n las necesidades de los usuarios. Asimismo se puede emplear la reducci¨®n de datos cuando sea compatible con las peticiones de los usuarios. Como ocurre en los procesos de creaci¨®n de ficheros maestros de preservaci¨®n, en este caso tambi¨¦n es esencial documentar cuidadosamente todos los par¨¢metros y procedimientos empleados.
• Siempre que sea posible, las comprobaciones para garantizar la integridad de los datos ser¨¢n autom¨¢ticas, como ocurre en los repositorios digitales de confianza. Si ello no es posible, se recurrir¨¢ a las comprobaciones manuales sobre una base estad¨ªsticamente significativa.

Comentario:

Si bien estos principios se aplican por igual a cualquier forma de preservaci¨®n digital, el gran tama?o relativo de los ficheros y la naturaleza temporal del contenido audiovisual exigen considerar con atenci¨®n las capacidades de almacenamiento y de ancho de banda.

Esencialmente, estos principios son los mismos que los recomendados para el mundo anal¨®gico. Sin embargo, una diferencia fundamental es la dimensi¨®n cualitativa del mundo digital basado en ficheros, que permite la validaci¨®n objetiva de la integridad de las grabaciones. La supervisi¨®n peri¨®dica de la integridad de los datos es una de las obligaciones fundamentales de las rutinas de preservaci¨®n digital. Los soportes y sistemas digitales pueden fallar y fallan, sin previo aviso, en cualquier momento. Las estrategias para reducir al m¨ªnimo los riesgos para los ficheros digitales se basan, en gran medida, en la conexi¨®n en red entre la colecci¨®n primaria, el usuario y las copias de seguridad.